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Intercambiador al Vacío, tipo Laberinto

Los intercambiadores al vacío han ganado terreno en las plantas de desodorización de aceites y grasas comestibles, para conseguir los niveles de calidad que se exigen actualmente. Funcionan de manera similar al tipo horquilla, y tienen también la ventaja de trabajar en contracorriente sin cruces que hagan bajar la diferencia de temperatura disponible. Sólo que, en este caso, el lado casco esta abierto y comunicado al sistema de vacío.

 

El equipo, de fondo plano y casco semicilíndrico, esta formado por una serie de canales, que forman un laberinto, por donde circula el aceite. Dentro de los canales está sumergido un haz de tubos, en forma de “U”, por donde circula el otro líquido; este puede ser aceite térmico, caso de los calefactores, ó aceite crudo, en el caso de ser un recuperador de calor. En este caso el líquido enfría el aceite desodorizado, precalentándose. En el fondo de las cañerías corre un caño de vapor con orificios para borbotado, lo que mejora la transferencia calórica. La pérdida de carga es importante sólo para el líquido que corre dentro de los tubos y despreciable en los canales.

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